Exceso de Pensamiento Mágico (o por qué recurrimos a recetas milagrosas)

pensamiento magico

Cuando una persona realmente desea algo, todo el Universo conspirará para ayudar a esa persona a conseguir su sueño

¿Conoces esta frase? Es de Paulo Coelho, y refleja la más profunda esencia de un gran negocio alrededor de una mentira, la falsa psicología positiva.

Me indigna (y mucho) que haya personas que quieren aprovecharse de la ignorancia y de las desgracias de los demás, que conste que soy partidario que cada uno se gaste el dinero donde quiera (que para eso es suyo), pero creo que lo mínimo que como sociedad debemos hacer, es informar.

La gente para tomar una decisión debe estar medianamente informada, y ¡leches!, si yo se algo que tú no sabes, te lo digo (de ahí el blog), pero espero que esta comunicación sea bidireccional, que cuando sea yo el que cae en la ignorancia (bastante a menudo) haya alguien ahí que me eche un cable y me saque, me ayude a tomar mejores decisiones, aportando puntos de vista, opiniones…vamos, su sabiduría.

Las personas al final, somos animales sociales y por si no lo sabíais, la escasa vida social correlaciona positivamente con una mortandad precoz y con un mayor número de enfermedades neurodegenerativas (Vamos que cuanto más solos vivamos, antes nos morimos y además con Alzheimer).

¿Por qué me posiciono en contra de la falsa psicología positiva?

Si recordáis este post (Psicología Positiva) en él, ya intentaba mostrar la diferencia, entre Optimismo Ingenuo y Optimismo Inteligente. Podríamos decir que ese positivismo excesivo de la “Ley de Atracción” y del “Coelhismo” es ese Optimismo Ingenuo.

Pero el problema de esto, no es sólo que engañen a la gente, o que le saquen sus dineros, sino también el hecho de que la mayoría de las personas, por ingenuidad, confiamos mucho en lo que nos cuentan, queremos creer que las cosas son así, fáciles, que lo que pasa en nuestra vida es todo causa de nuestras acciones, de la manera en que afrontamos las cosas.

Y eso hace que no busquemos la ayuda donde hay que buscarla, que agravemos nuestros problemas, y que muchas veces, cumpliendo el refrán;, el remedio sea peor que la enfermedad.

Supongo que el nombre de Steve Jobs no te sonará ajeno, y que ya está fallecido tampoco. Pues bien, en su recuperación, no quiso ser tratado con medicina, sino que optó por remedios alternativos ineficazmente probados.

Eso le causó una muerte prematura, al no poder ser tratado, de hecho cuando el problema era mortalmente grave, se arrepintió y quiso cambiar al terreno de la ciencia, pero fue demasiado tarde.

Steve Jobs de tonto no tenía un pelo, pero está claro que en su ignorancia cayó en el exceso de confianza con lo que no debía (ninguno estamos libres).

¿Crees que no hay nadie, que se crea que por repetirse todas las mañanas ante el espejo, “Hoy voy a triunfar” crea que va a triunfar, por sólo hacer eso?

¿Qué mal causa el “exceso” de positivismo?

Principalmente para mí hay uno: La frustración causada por la imposibilidad de alcanzar metas propuestas (bien porque son imposibles, bien porque no hemos hecho lo que de verdad debíamos).

¿Por qué la frustración?

Porque el daño psicológico que sufren las personas a raíz de la frustración es enorme. Caemos en un estado depresivo, en el que nada es lo que queremos ni como queremos, y al que le añadimos el fracaso en la solución que estábamos aportando (creer que el pensamiento nos daría lo que queremos).

Y es que un estado depresivo mayor, no afecta sólo a nuestra esfera personal, hacemos que afecte a lo que nos rodea, trabajo, pareja, familia, amigos…Uncírculo vicioso del que luego es muy difícil salir.

¿Por qué recurrimos a recetas milagrosas?

Porque asumimos un exceso de responsabilidades, porque no nos ponemos metas realistas, ni objetivos alcanzables, y los que son alcanzables los queremos para ayer, no aprendemos a tener paciencia, a dividir las tareas y las metas, a premiarnos adecuadamente.

No aprendemos a conocer nuestras propias limitaciones, y nuestras virtudes, ni si quiera sabemos muchas veces, cuáles son nuestras verdaderas prioridades.

Y yo te pregunto, ¿Cuántas veces has dedicado tu tiempo a pensar en ti? A pensar en qué es lo que realmente quieres y qué estás haciendo para conseguirlo, ¿eres de los que se desvían del camino?

Ayer pasando por delante de una autoescuela, pude ver que su reclamo publicitario era “aprueba el teórico en dos días”, y digo yo, ¿de verdad hay una necesidad real para tanta premura?

Necesitamos aplicar más el “Slow thinking”, pensar despacio, tener prioridades claras, planificar ligeramente lo que queremos, qué necesitamos para conseguirlo, y disfrutar del camino, no esperar a hacerlo cuando haya un resultado final, porque puede que este, no nos guste.

Es más fácil recurrir a recetas milagrosas que nos prometen lo fácil y rápido que buscar la solución real o la meta objetiva.

Te dejo con una pregunta del psicólogo Daniel Kahneman:

¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por unas vacaciones maravillosas en las que te prohibieran llevar cámara y, al final, te dieran una pócima que te hiciera olvidarlas por completo?

¿Prefieres disfrutar del momento o construir una buena historia?


Fuente con Licencia CC4.0Psicología Curiosa – Exceso de Pensamiento Mágico por Chus Diez.

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