La adicción a Internet o cómo te quieren tomar el pelo

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¿Pasas horas en el ordenador pero en lugar de acabar tu trabajo te entretienes en Facebook, Twitter y WhatsApp? ¿Coges el móvil y vuela el tiempo en Instagram y Snapchat? ¿O igual eres de los que se pasa hasta altas horas de la noche metido en videojuegos online como el LoL?

El tema de la adicción a Internet y, en general, a las nuevas tecnologías, no es nuevo y lleva entre nosotros desde los 90. ¿Quieres saber si eres adicto y qué hay de verdad en todo esto?

Poniéndonos en situación: qué es la adicción a Internet

Una búsqueda rápida por Internet nos deja una cosa clara: hay interés en saber qué está pasando y de qué va todo esto de la adicción a Internet. En los principales medios españoles de vez en cuando se trata la noticia, como en 20Minutos, en el ABC o repetidas veces en los últimos años en El País. En otras webs como PsicologíaYMente (página que dice ser seria y profesional) llegaron a tratar el tema también.

No hace mucho en el programa de televisión Salvados de LaSexta en España, se trató el tema bajo el título “Enganchados al móvil“, provocando un gran revuelo en… Internet. Con la mejor de las intenciones, por ignorancia o, en el peor de los casos, malicia, los diferentes medios generalistas (y algunos especializados) han tratado el tema y dado por sentado que existe la adicción a las nuevas tecnologías. ¿Están en lo cierto?

Pero, un segundo, para hablar de adicción a Internet, ¿por qué no definimos antes qué es, realmente, una adicción?

Qué es una adicción

Una adicción, para que me entiendas, es algo que:

  1. Produce una tolerancia. ¿Tienes ese amigo que decía “Yo con una o dos cervezas ya me pongo colorado” y ahora es capaz de beberse el triple? Eso es la tolerancia.
  2. Existe una abstinencia. Necesitamos esa cosa como el comer, y cuando nos falta aparecen efectos físicos y psicológicos desagradables.
  3. Nos limita como personas. Un adicto a la heroína hará lo que haga falta, dañando su vida y a su entorno, por conseguir sus dosis; la idea está clara.

¿Pero qué es esa cosa que produce tolerancia, crea abstinencia y nos limita? Es una sustancia, así que en principio, el móvil, Internet y toda esta idea de adicción a las nuevas tecnologías parece que no encaja. Solo hay una adicción sin sustancia, reconocida oficialmente como trastorno diagnosticable por el manual DSM-V: la adicción al juego. Pero ese es un follón en el que no nos vamos a meter ahora.

Artículos científicos sobre la adicción a Internet

Puedes pensar que vale, no está reconocido a nivel oficial, pero puede ser cuestión de tiempo que así sea. Puedes también pensar que sí que existe y que hay evidencia a favor. Es más, hay artículos publicados en revistas científicas defendiendo la creación de un trastorno para la adicción a Internet.

En un estudio de 2005 un equipo de investigadores de Taiwán se lanzó a la aventura de definir el trastorno de adicción a Internet. Con mucha estadística y esmero, encontraron criterios que parecían ser únicos a los adictos a Internet.

Lo que hicieron, simplificando mucho y con el debido respeto profesional que se merecen, fue algo como:

  1. Buscar qué dicen otros que debe ser el trastorno de adicción a Internet.
  2. Crear su propia propuesta de criterios de diagnóstico.
  3. Evaluar a personas que, consideraban, tenían adicción a Internet y comprobar qué criterios eran más específicos del trastorno(como, por ejemplo… pasar mucho tiempo con el ordenador).

Para que nos entendamos, un “yo me lo guiso, yo me lo como” adornado con estadística. Si a esto le añadimos la mala fe de otros profesionales y un poco de marketing y medios de comunicación buscando la polémica, tenemos el combo explosivo para distorsionar la realidad y hablar de trastornos que, simplemente, no existen ni tienen nada que ver con una verdadera adicción.

Entonces, por qué la polémica

Estás enganchado al móvil“, “Estás viciado al ordenador“, “No paras con el teléfono” y un largo etcétera son buenos ejemplos de frases que hemos escuchado o dicho en algún momento. Estas ideas están relacionadas con el estereotipo que tenemos de lo que se conoce como adicción.

Tenemos la idea estereotipada de un drogadicto haciendo todo lo posible por conseguir su droga y calmar el mono, o con ataques de cólera cuando se le priva de su sustancia; vemos que hay gente que se comporta de igual forma con las nuevas tecnologías … et voilà. Tenemos la idea de adicción a Internet.

Helena Matute en “La adicción a Internet no existe” (2001) comentó que el origen del supuesto trastorno se remonta a un e-mail en el que bromeaban sobre la necesidad de crear un trastorno así. Una cosa llevó a la otra y… estamos como estamos.

También se usa la biología y el análisis erróneo de conclusiones de determinados estudios. Lees “científicos han encontrado que los centros cerebrales del placer se activan al conectarse una persona adicta a Internet al ordenador, tal y como ocurre en heroinómanos” y claro, ¿qué otra cosa puedes pensar salvo que eres un adicto? Puedes pensar, como ejemplo, que los centros del placer también se activan cuando mantienes relaciones sexuales, cuando ves a tu sobrino sonreír y reconocerte, o simple y llanamente, cuando haces algo que te gusta.

“Concluir que, como los centros de placer del cerebro se activan en la supuesta adicción a Internet y en el consumo de drogas, la adicción a Internet existe, es lo que se conoce como una falacia de afirmación del consecuente.”

¿Qué es entonces la adicción a Internet?

Lo que está pasando es que hay un problema de excesos, no de adicción. Si te pasas todo el dia con el ordenador y el móvil, puede ser porque trabajas con él, o bien porque vivimos en la sociedad de la información y este tipo de tecnología se encuentra disponible cada vez en más dispositivos, o porque, efectivamente, tienes un problema. ¿No te convence la explicación? Veamos un ejemplo parecido.

Todos conocemos, bien del instituto o bien de la época universitaria, a alguien que estudiaba como el que más. Iba a clases, volvía y se encerraba hasta la hora de la cena. ¿Salir los fines de semana? Tenía que estudiar. ¿Tomarse un café? Iba con prisa porque tenía que ir a la biblioteca. ¿Tenía, entonces, esta persona un problema de adicción al estudio?

Pensémoslo. Usando los criterios de adicción propuestos arriba… ¿no dejaba esta persona de hacer otras tareas como relacionarse? ¿No podía sentirse ansiosa y con malestar si ocurría un imprevisto y no estudiaba? Sin duda “limitaba su vida” y a veces la persona estudiaba para no sentirse mal consigo misma más que por el placer de estudiar o cumplir su objetivo de sacar buenas notas.

Me pregunto, y esto es un brindis al sol, si no seríamos capaces de aislar estadísticamente un potencial trastorno de adicción al estudio. Es más, ¿no podríamos hacer lo mismo con cualquier tipo de “adicción”?

Cómo solucionar la “adicción” a Internet

Si eres feliz y no haces daño a nadie, ni te perjudica a ti, olvídate de lo que dicen en las noticias donde buscan más el sensacionalismo y el dar de qué hablar que informar. Sin embargo, si realmente crees tener un problema o quieres cambiar tus hábitos de vida y la situación se escapa de tu control (por ejemplo, quieres estudiar o centrarte en el trabajo y no puedes estar ni cinco minutos sin mirar el móvil), te recomendamos visitar a un psicólogo para consultar la situación.

Como conclusión, recuerda que una adicción es un problema grave de salud y nada tiene que ver con el uso popular que le damos a la palabra. Los “adictos” a las nuevas tecnología tienen un problema de excesivo uso del teléfono, la tablet, el ordenador; problemas históricamente psicológicos y que nada tienen que ver con el uso y abuso de sustancias.

Lamentablemente, en plena sociedad de la información los medios generalistas en algunas ocasiones desinforman más que informan. Gracias a Internet, medios de información especializados y de menor tamaño como nosotros, el equipo de Psicomemorias, podemos colaborar y aportar algo de luz sobre el tema, al igual que otros profesionales.

Para saber más…

Mark Griffiths (2000). Does Internet and Computer “Addiction” Exist? Some Case Study Evidence. Cyberpsychology & Behavior, vol 3(2), 211-218.
Ko C., Yen, J., Chen, C., Chen, S., y Yen, C. (2005). Proposed Diagnostic Criteria of Internet Addiction for Adolescents. The Journal of Nervous and Mental Disease, vol 193(11).


Fuente con Licencia CC4.0: Psicomemorias – La adicción a Internet o cómo te quieren tomar el pelo por José Antonio Jiménez.

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