Vi hace un tiempo una charla en TED que me dejó impresionado (bueno todas lo hacen la verdad, soy muy fan), la cuestión es que este chico (ahora tiene 18 años) fue capaz de solucionar un problema que asolaba a los Masai (su tribu) consiguió frenar el ataque de los leones que devoraban todo el ganado del que dependía su tribu para sobrevivir.
En su día (y no lo voy a negar) fue uno de esos momentos en los que me decía a mi mismo que el creativo se nace y no se hace.
Pero lo cierto, es que estaba equivocado (aunque no hace tanto que lo se la verdad). Así que por si tú también tienes dudas al respecto, espero que después de leer este post, haya conseguido darte motivos para pensar en “cómo ser más creativo”. De momento hoy, quiero enseñarte una técnica concreta que te mostrará como ser más creativo:
Los seis sombreros para pensar
Edward de Bono es un escritor y psicólogo del S.XX (y XXI que sigue vivo), que consideraba que el proceso de la toma de decisiones era muy complejo, porque requería un análisis que involucraba muchos factores (emocionales, lógicos, historia personal…).
Así que se le ocurrió, que si fuéramos capaces de ponernos en la piel de otras personas, seríamos capaces de observar nuestros problemas con otra perspectiva.
¿Alguna vez habéis oído la frase de “ponerte en los zapatos” de otra persona?…Pues eso.
Seis Colores para seis pensamientos
Para resolver el problema De Bono, ideó el método con seis sombreros de diferentes colores, de manera que representen seis direcciones de pensamiento que deberíamos de tener en cuenta para afrontar un problema, al ponernos cada uno de ellos, deberemos representar un papel distinto:
1. Sombrero Azul
Este es el “sombrero de la autoridad”. Cuando nos lo pongamos, tenemos que organizar todo el proyecto que tengamos en la cabeza, ha de determinar el plan de acción, la visión global y las conclusiones. Nos lo pondremos al principio y al final de esta tormenta de ideas.
2. Sombrero Blanco
Este es el pensamiento neutral, el racional y objetivo, cuando nos pongamos este sombrero, ni interpretaremos ni daremos opinión. Pero lo que si debemos hacer es dar los datos, las cifras, los objetivos del problema, qué información nos falta.
En este caso, es bueno, tener a mano una libreta y apuntar las preguntas que se nos ocurran al respecto. Tras la organización del sombrero azul, deberíamos tener un uso extensivo del blanco para no dejar nada al aire.
3. Sombrero Rojo
Este es el emocional, en primer lugar, vamos a tener que quitarnos todo prejuicio de encima, aquí lo importante es ser libres de pensar y sentir lo que queramos sobre el problema, sin necesidad de justificarlo (aunque no sea políticamente correcto). Aunque en el libro, Edward de Bono aconseja que se limite su tiempo a 30 segundos por cada vez que te lo pongas, a fin de conseguir que la respuesta sea lo más visceral posible.
4. Sombrero Negro
Saca tu lado más criticón, aquí tienes que señalar todo lo que esté mal, los problemas, los motivos por los que no va a funcionar, debes enjuiciar el problema y las soluciones que estés dando desde una posición lógica (no aplicando sentimientos) ya que su crítica debe ser constructiva.
5. Sombrero Amarillo
Ahora toca el lado contrario, se positivo, piensa por qué va a funcionar, qué te va a reportar la solución al problema. Disfruta siendo más optimista, más positivo, visualiza esas visiones y esas esperanzas que tienes puestas en la solución.
6. Sombrero Verde
Una vez escuchado todos los otros sombreros, aprovecha esa experiencia para generar todas las ideas más locas que se te ocurran, analiza las respuestas del sombrero negro (indeed).
Sal de la zona de confort, y explora las soluciones más allá de lo que estás acostumbrado, provoca reacciones a partir de tus comportamientos, explora nuevas alternativas y disfruta por el camino.
Esta técnica está pensada para usar tanto en grupo como individual. Pero si te has parado a pensar en los sombreros, es una manera muy completa para resolver nuestros problemas, que casi ninguno usamos cuando debemos, pero luego nos quejamos de que no se nos ocurren ideas.
Todo por no saber que invirtiendo unos minutos en esto, sacaremos un beneficio mucho más grande.
La técnica puede parecer hasta infantil de lo sencilla que es, pero es muy efectiva, y si crees que no, pruébalo y me lo cuentas ;).
Fuente con Licencia CC4.0: Psicología Curiosa – ¿Quieres aprender a ser más creativo? por Chus Diez.