Inseguro, perezoso, aficionado, vulgar, incapaz, decepcionante, perdedor o incluso laxo en compromiso. Estos y otros adjetivos suelen anegar la mente del perfeccionista, una raza en pleno auge.
No en pocas ocasiones, pensamos que aquello que realizamos no está bien, no dará la talla, no gustará o incluso creemos que no merece la pena hacer porque el resultado será nefasto (Todos hemos postergado una PEC hasta límites insospechados). Lo que está claro es que si no empiezas nunca acabas, eso seguro, y que este es el origen de una gran mayoría de los casos de procrastinación también.
Puedo jurar ante cualquier tribunal, que todas (si si, todas) las tareas de este mundo, han empezado por el principio (Lo prometo).
Así que ni tú ni yo, tenemos excusa, cuando no hacemos las cosas es porque así lo hemos decidido (no es esa “semana más” que nos hubiera hecho falta para aprobar, fuimos nosotros los que retrasamos el estudio una semana de más). Dicho todo esto, puede parecer que no tenemos, remedio, ¿o sí?.
De la misma manera puedo afirmar rotundamente SI.
Cómo superar el perfeccionismo (y la procrastinación) desde casa en 4 cómodos pasos:
Enfócate
En elegir el proyecto más adecuado para el momento, y céntrate en él como tu máxima prioridad hasta que lo termines: “Caso práctico“:
Levantó la mirada hacia la estantería, -¿Cuántas semanas hace que compré ese libro?, allí lo tengo, en un estado virginal esperando a ser poseído por su comprador…Mañana lo empiezo, que está pasando un perrín por la ventana y tengo que mirarlo… -Pues…está bien colocado el libro, eso sí, mañana, mañana seguro.
¿De verdad querías leer ese libro? ¿Tienes tu lista de prioridades en orden?. Pues enfócate, dedícale desde hoy tu momento del día más productivo a esa tarea, el resto del día, pásatelo mirando por la ventana cual L.B. Jefferies (protagonista de “La ventana indiscreta”), pero desde hoy actúa (Paso a paso se hace el camino).
Acéptalo
Es (muy) duro para un perfeccionista, pero no vas a avanzar nada o prácticamente nada en las otras esferas de tu vida mientras estás enfocado en algo, es la diferencia entre “Ser Multitarea o Gestionar Múltiples Proyectos“, por experiencia se, que el primero es muy bonito, pero la procrastinación es la dueña de ese cortijo.
Se trata de aprender a gestionar múltiples proyectos, os recomiendo que leáis un artículo de Jennifer Delgado, sobre “La fórmula del éxito, ¿Qué nos enseñan las matemáticas?” y entenderéis perfectamente lo que quiero decir, os dejo un extracto:
En la vida, como en esta fórmula matemática, llega un momento en que los pequeños logros se convierten en algo mayor que nos da una gran satisfacción. Sin embargo, debemos ser capaces de concentrarnos en los pequeños logros del día a día y no desfallecer.
Nunca te rindas
“Never, ever give up“, puede que no tengas éxito en lo que te propones, nadie te ha de obligar (ni tú) a sentirte mal por fracasar, porque de hecho lo raro será que todo lo que te propongas te salga bien, y es que eso de tener “éxito”, es algo tan relativo, que realmente no importa un carajo.
Lo importante es no dejar de intentarlo (me da igual, que sea sacar la carrera, que montar una empresa, que vivir de lo que te gusta, LO-QUE-SEA), ya que el verdadero fracaso llega el día que arrojas la toalla. Nuestras metas van a cambiar con el tiempo, pero porque nosotros cambiamos con nuestros objetivos y motivaciones, nunca sabemos tras que puerta se esconde nuestro “éxito”.
No conduzcas sin un mapa por el desierto
Planifica a donde quieres llegar con tu proyecto(para saber cómo adaptarte si cambian tus objetivos) y mantén así alta tu motivación, registra tus avances y evitarás caer en la tentación de escuchar a la voz del perfeccionismo (la mía es algo así como la del pitufo gruñón), muchas veces cuando caemos en la desidia de la tarea, no nos damos cuenta de echar la vista atrás y ver el punto de partida.
Llevas un mes de estudio, empiezas a ver el objetivo de exámenes muy lejano, además ya te suenan a chino los conceptos del Tema 1, y para colmo te metes en ALF, y aparecen los típicos que llevan ya ocho temas ¡OCHO!, y piensas:
-Buff y yo llevo dos, con esto no puedo, mejor de momento lo dejo, y ya, si eso, más adelante…Además suenas como un Walkman que se queda sin pilas, desde el primer indicio de la enfermedad, sabemos cómo va a acabar la historia.
Pero, si cuando llega ese momento, has hecho un registro escrito con el número de horas que llevas encima, los temas que ya has leído, subrayado, resumido, estudiado, ves lo lejos que estás ya del punto de salida, serás Tú quien no se permita arrojar la toalla, porque los cambios los estás viendo.
Así que ánimo, coge un lápiz y un papel y anota desde hoy, todo lo que vas avanzando y hasta donde quieres llegar, y cada vez que te falle la motivación echa un vistazo a ese papel, y acuérdate de aquellos, que nunca dieron su primer paso.
Fuente con Licencia CC4.0: Psicología Curiosa – Cómo superar el perfeccionismo y la procrastinación por Chus Diez.
Muy buen artículo. Sobretodo porque ya hemos acabado en la Uned 😉 😉 los exámenes de septiembre. Y vemos como los esfuerzos, gracias a una buena planificacio, se van recompensando.