Desarrollo Personal

La actitud es una decisión que se toma cada día

Si algo tienen en común todos los blogs, videos, imágenes, libros y conferencias de superación personal es que la actitud positiva de una persona es el componente fundamental del éxito. Por tanto, he decidido hacer esta publicación como una forma para persuadirte de adoptar una mejor actitud en tu vida.

“No es lo que somos, ni lo que poseemos, ni con quién o dónde estamos lo que nos hace desgraciados o afortunados; sino lo que pensamos acerca de todo esto”

La actitud es una decisión

Esta es la idea más poderosa del artículo de hoy. La actitud no es algo con lo que naces. La actitud se desarrolla gracias a nuestras experiencias y nuestra forma de pensar, sentir y comportarnos acerca de ellas.

La actitud tampoco es algo con lo que te despiertas o no cada día. Tener buena actitud no es una eventualidad de la que eres víctima. Tener buena actitud es una decisión consciente y por tanto es tu responsabilidad hacer que nazca, crezca y se reproduzca en tu vida.

Tú no puedes controlar todas las cosas que te pasan en tu vida, pero sí que puedes controlar la forma en la que respondes ante ellas. Esta es la diferencia entre el éxito y el fracaso, entre bienestar y malestar psicológico. En tus manos está el poder de cambiar la forma en la que reaccionas ante las cosas malas. No se trata de ignorarlas, sino de aprender de ellas (si es que hay algo que aprender).

Tampoco se trata de reprimir tus sentimientos o pensamientos cuando las cosas no están tan bien. Lo que debes evaluar es si tus respuestas son coherentes con lo que te pasa. A veces nos ahogamos en un vaso de agua porque no vemos el cuadro completo de las cosas. En otras ocasiones, racionalizamos y pensamos demasiado algo, haciendo que nuestra mente se sobrecargue por algo que no merece tal importancia.

En otras circunstancias, dejamos que nuestras emociones determinen nuestros pensamientos y nuestras acciones al punto de que no pensamos las cosas con “cabeza fría”.

Así, nos vemos inundados por emociones y pensamientos que, en lugar de permitirnos afrontar un problema, nos crean un problema más. Una vez que nuestra mente y nuestras emociones están desequilibradas, tomaremos malas decisiones, cometeremos más errores, haremos cosas de las que después nos arrepentiremos y desperdiciaremos oportunidades, tiempo, energía mental y energía física que no podremos recuperar jamás.

Estas son las devastadoras consecuencias de adoptar una actitud inadecuada, de tomar la decisión incorrecta.

Luego de que reconocemos que la actitud es nuestra responsabilidad, resta tener en cuenta que tener una buena actitud es una decisión que debemos tomar momento a momento. Este es un trabajo arduo al principio, pero hará una gran diferencia en nuestras vidas.

El esfuerzo que hacemos en todas las circunstancias que la vida nos presenta para mantener una buena actitud, enfocada en los aspectos positivos de esas circunstancias, se verá grandemente recompensado con una calidad de vida más satisfactoria.

No te estoy pidiendo que te sientas feliz cuando la vida te esté dando motivos para sentirte lo contrario. Lo que te estoy diciendo es que puedes adaptar tus respuestas mentales, emocionales y comportamentales para que un evento tensionante o estresor en tu vida se convierta en una oportunidad o, simplemente, no afecte tu paz mental y tu salud física.

Aprende de las personas positivas y optimistas

Cuando escuchamos un gran orador motivacional que es capaz de contagiarnos de emociones positivas no podemos evitar sentirnos renovados, con un poco más de energía, con un poco más de motivación. Tanta es la habilidad de estas personas para despertar emociones positivas y transmitirlas al público, que algunos se vuelven adictos a este tipo de conferencias y discursos.

Las personas que tienen una actitud positiva ante la vida, y que son capaces de conservarla a pesar de las vicisitudes de la vida, son personas que se ganan nuestra admiración casi de inmediato. Y las admiramos precisamente porque nos gustaría tener esas mismas cualidades.

Aunque observarlas y seguirlas es el primer paso para desarrollar esta habilidad, debemos reconocer que tenemos que comenzar a trabajar en esta cualidad en las cosas más cotidianas de nuestra vida (debemos tener una actitud positiva en circunstancias adversas como el transporte público cáotico y lento, la falta de cultura ciudadana de las personas con las que nos cruzamos a diario, las discusiones familiares, las decepciones personales, etc.).

Todos nosotros necesitamos una persona con carisma en nuestras vidas. Por eso amamos a las personas que son encantadoras: porque tienen una actitud desbordante, alegre, descomplicada; porque nos muestran que las cosas no son tan malas. Las personas encantadoras son también persuasivas: su poder de influencia está determinado por su positivismo y por su energía.

Cuando nos enfrentamos a una situación ambigua, en la que no estamos seguros de lo que debemos hacer, recurrimos a nuestros líderes, a las personas que (se supone) mantienen la calma y no se dejan llevar por las emociones y los pensamientos negativos, sino que se concentran en una solución. Las personas con buena actitud son confiables.

Imagina lo que pasaría en tu vida si las personas pudieran reconocer estas capacidades en ti: lograrías ejercer un poder que no se obtiene con el dinero ni con el conocimiento.

¿No sería sensacional adoptar una actitud positiva para contagiar a los demás con el simple hecho de entrar en contacto con esas personas?

¿Acaso no es deseable que nuestra actitud positiva se vea recompensada cuando nos llega duplicada o triplicada de vuelta?

Existen cientos de libros y miles de páginas de internet dedicadas a explicar por qué una actitud positiva es la mejor herramienta para tu éxito. No obstante, no pretendo detenerme en todos y cada uno de estos aspectos por ahora.

Tan solo quiero que pienses un poco en la manera en la que serías percibido si tuvieras siempre la actitud adecuada. Sin duda alguna, serías influyente, las personas querrían estar contigo y escucharte. Contagiarías a los demás de una manera positiva y las personas estarían encantadas de recompensarte de una y mil maneras por ello.

La decisión de tener una buena actitud es simplemente una que se toma por conveniencia. Es lo mejor que podemos hacer para nuestro bien.

Aprende de las personas negativas y pesimistas

El caso contrario ocurre cuando queremos alejarnos de personas que son difíciles de agradar y complacer. Que tienen una actitud derrotista, que son incomformes por defecto y que no encuentran motivos para sentirse bien o hacer sentir bien a los demás.

Seguramente conoces a alguien en tu vida con esta perfil. Esa persona que siempre se está quejando, para quien nunca nada es suficientemente bueno, que siempre encuentra el lado negativo a todo lo que sucede. Cuando preguntas por su estado de ánimo (Hola, ¿Cómo estás?), respuestas de este tipo salen a la luz:

¿Cómo te sientes tú después de oír una respuesta así? ¿Cómo crees que se siente esa persona al decirlo?

Las personas pesimistas no tienen ese magnetismo que nos hace sentir atraídos. Por el contrario, nos repelen. En nuestra búsqueda por estar bien, tratamos de rehuir de estas personas, porque no logran cautivarnos, porque tienen el poder para hacernos sentir mal acerca de todo. ¿A quién le llama la atención tener trato personal o profesional con una persona negativa y mal encarada?.

Sin duda alguna, todos nosotros nos hemos sentido mal, todos tenemos días malos, días terribles y días para olvidar para siempre. El truco está en la forma en que describimos y comunicamos nuestros estados de ánimo. El truco está en las palabras con las que estamos alimentando nuestras emociones.

Como suele decirse, no le echemos más leña al fuego. Por el contrario, pensemos y hablemos diferente para cambiar nuestras emociones. Fíjate en el impacto que tienen las siguientes afirmaciones en ti, independientemente de tu estado de ánimo actual. Imagina que estas son tus respuestas el día de mañana cuando te pregunten cómo te va.


Fuente con Licencia CC4.0: Tu Cambio Es Ahora – Actitud positiva: Una decisión que se toma a diario por Tu Cambio Es Ahora.

Compartir
Publicado por
PsicoNet

Usamos Cookies para tu mejor experiencia