Las relaciones toxicas se dan en cualquier ámbito social, es decir, podemos pensar en una relación toxica de pareja, familiar, en una relación de amistad…
Si te alteras hasta puntos que nunca creíste llegar, si en muchas ocasiones preferirías no compartir tu vida con esa persona porque te hace sentir mal, porque notas como desaparece tu bienestar, si sientes que te manipula a su antojo, haciendo uso de sentimientos de culpa o ironía, si crees que no mereces ese trato, esos gestos, ese lenguaje, pero no terminas de poner fin a esa relación, estás viviendo una relación toxica…
En este tipo de relación una o ambas partes sufren por el simple hecho de estar juntos. Tratan de convencerse de que deben seguir unidos, de que pueden salvar esa relación y esto les lleva al más absoluto de los desgastes emocionales.
El primer error que nos lleva a vivir una relación toxica reside en el hecho de tratar de amoldarnos 100% a la otra persona. Entonces, evitamos cualquier tipo de enfrentamiento por aspectos que nos desagradan o incomodan, pensando erróneamente que esto nos llevará al éxito en la relación y nada está más lejos de la realidad….
La represión emocional y el engañarse a uno mismo provocan sentimientos de estrés, ansiedad y tristeza. Además, cuando no nos mostramos tal y como somos empiezan los problemas de comunicación….
Una autoestima baja. La autoestima se refiere al conjunto de valoraciones, de percepciones acerca de nosotros mismos. Estaremos hablando de un nivel de autoestima bajo cuando esa persona cree que no merece nada mejor en la vida. Si nos centramos en este tipo de relaciones, creerá que nadie más le puede querer, que no podrá encontrar a nadie que le cuide, ¿qué será de su vida sin esta persona que ha estado a su lado siempre?,….
Miedo a quedarse solo. Como tenemos miedo a quedarnos solos, soportamos cualquier tipo de relación, por muy perjudicial que esta sea, aunque este vínculo nos haga sentir fatal… Llegas a sentirte solo aún estando acompañado y no hay nada peor que esto…
Dependencia emocional. Pretendemos que la otra persona nos de lo que nosotros mismos no somos capaces de gestionar y cubrir. Al final te ves metido en una especie de ruleta en la que tratas de suplir carencias afectivas mendigando cariño y así comienzan los problemas emocionales.
Creer que somos la solución a sus problemas. Esta razón sería contraria a la de baja autoestima. Pensamos que somos la solución a sus problemas, que podemos conseguir que vea la vida desde otra perspectiva. Llegamos a vernos como la calma de sus conflictos… Esta serie de pensamientos crea mucha frustración, ya que nos hemos creado unas expectativas falsas acerca de nuestra relación. Todos somos capaces de cambiar y mejorar aspectos de nuestra vida, pero es necesario estar dispuestos a realizar ese cambio.
Miedo a lo desconocido. Hay personas que se acomodan en este tipo de relaciones por miedo a seguir con su vida en solitario, por miedo a lo que está por venir. Son incapaces de salir de su “zona de confort”, aunque esa seguridad sea falsa.
Si realmente te encuentras sumido en una relación de estas características debes establecer los límites precisos a ese malestar que sientes. Analiza los pros y los contras de todo lo que estás viviendo. Se supone que tú solo eres feliz y estás bien.
Si te unes a otra persona, estableciendo una relación interpersonal del tipo que sea, es porque esta suma a tu felicidad. Si llegas a la conclusión de que, ya no es que no sume, si no que te resta oportunidades de ser feliz debes poner fin a lo que estás viviendo.
Trabaja tu autoestima, quiérete, respétate. Sólo así conseguirás que los demás lo hagan contigo.
Asertividad, esta clave te ayudará seguro. Expresa tus deseos, sentimientos y opiniones, respetando a los demás. No te olvides de comunicar tus necesidades, tus inquietudes ya que son tan importantes como las de otros.
Ten muy presente que el amor no significa miedo, dependencia, malestar. Procura que tus relaciones interpersonales estén basadas en la libertad, la satisfacción, el respeto mutuo y la confianza.
No permitas que te hagan de menos, no quieras “no ver”, así que abre los ojos y recuerda que te pertenece uno de los derechos fundamentales del ser humano: Mereces ser Feliz.
Fuente con Licencia CC4.0: Enfermedades y su tratamiento – ¿Estoy dentro de una relación toxica? por Helena Gorostidi.
Usamos Cookies para tu mejor experiencia